Cuando el amor no es suficiente en la pareja

Al hablar de pareja debemos siempre pensar en 2 sistemas de familias que se unieron  y que  van a dar origen a otro  sistema, con características propias dadas por la relación de los integrantes y que estas a su vez están marcadas por aprendizajes, tomados de sus sistemas de familia origen, sobre todo en la relación que mantuvieron como pareja los  padres, observando muchas veces  el amor en diferentes maneras y que siempre uno tenía que luchar por la pareja y la unión familiar, en nombre del amor.

Terapia familiar y de pareja sistémica

Este enfoque de terapia se centra en ayudar al entorno familiar o personas a mejorar sus incomodidades y alcanzar sus estados deseados a la brevedad posible.

Cuando la pareja se forma en la etapa del amor romántico, en la cual pensamos el AMOR TODO LO PUEDE y empezamos esta lealtad de luchar por lo que se quiere en seguimiento a nuestros padres o familia, Joan Garriga (2013) habla que no hay esquemas preestablecidos para la pareja, pero si condiciones que facilitan la relación (p. 50). Y que muchas de las cuales están presentes en la naturaleza y que si nos detenemos a mirar podremos identificarlas:

  1. Todo en la naturaleza fluye sin demasiado esfuerzo, sin gastar cantidades muy grandes de energía para que esto camine, hay relaciones que por más amor que haya entre los 2 no avanza, algo lo detiene, es importante hacer un pare en la vida para reflexionar ¿qué estoy haciendo yo o mi pareja que no permite avanzar?
  2. Es muy importante la compatibilidad, ya que cuando somos demasiados diferentes no habrá momentos de unión, es importante conocer a la pareja y darnos a conocer y saber que nos une y que nos separa para llegar a un equilibrio ya que cada uno tiene que tener su espacio.
  3. Hay que cultivar el compañerismo en la pareja ya que al sentirnos acompañados, crea un afianzamiento del vínculo amoroso y pasamos a ser importantes para la pareja y viceversa.
  4. Hay que tener fe en la pareja, que no es más que, la certeza que  él o ella desea lo mejor para mí, en la cual cada uno es veedor de lo que siente y le une marcado siempre por la confianza,  de que él o ella hace lo mejor para mí y yo en equilibrio hago lo mismo con el deseo que el otro esté bien por encimas de nuestras dudas o miedos haciendo que la pareja viva más en el nosotros  y menos en el yo.

Al cumplir con esto la pareja se sienten acompañados, en armonía ya que fluye y toman la vida tal y como llega, resolviendo problemas pensado siempre lo mejor para la pareja, viviendo el nosotros.

 

Luis Pérez

Psicólogo Clínico